Tengo aproximadamente 25 años de ver partidos de mi selección, si hiciera cálculos seguro he visto más de 15,000 minutos de futbol de la azul y blanco, Del equipo de la franja como la llaman algunos chapines, sin embargo los 93 minutos con 07 segundos que vi en el partido de ayer seguro permanecerán por siempre en mi corazón, no tiene comparación incluso con ningún otro minuto de futbol que haya visto en mi vida, ninguna jugada por buena que haya visto en cualquier mundial o en cualquiera tipo de torneo internacional se compara con la que grite ayer y que se convirtió en esa segunda piedra que tiro definitivamente al gigante para el suelo.
Hoy he escuchado más de 10 veces la repetición del gol de los hombres de maíz, quizás porque en el fondo ese gol nos manda un claro ejemplo a todos que lo más importante para lograr nuestros sueños es tirar a la fregada el miedo y ensanchar el corazón para vencer uno a uno los obstáculos, Ese gol en el minuto 67 del tiempo nos recordó a todos los guatemaltecos que no se vale que abandonemos nuestros objetivos, que no se vale que bajemos los brazos, que no se vale que dejemos las ganas de ganar, ese gol de este patojo de 18 años nos recordó que especialmente los guatemaltecos nunca nos damos por vencidos, que somos corajudos y sobre todos que somos capaces de lograr COSAS INMENSAMENTE GRANDES.
Estadísticamente estos patojos entraron a la cancha ayer con solo un 10% de probabilidades de obtener éxito, en los últimos 9 partidos contra los estadunidenses solo le habíamos podido ganar en 1 sola oportunidad, ellos habían ido a los últimos 6 mundiales en esa categoría, y nosotros ni por buena imaginación habíamos clasificado a uno, en el papel parecía que las esperanza de salir victoriosos eran por demás escasas, sin embargo, estos patojos conjugaron las ganas, el coraje y la Fe de millones de guatemaltecos y se atrevieron a dejar tirado el miedo se armaron de valor y con tan solo dos piedras derrotaron con gallardía a ese gigante que parecía tener todo para vencer. Y nos mandaron a todos un contundente mensaje de que si logramos superar el temor de tantas generaciones nosotros tenemos en la manos la posibilidad de CAMBIAR EL RUMBO DE NUESTRA NACION.
Por fin, por fin, por fin todos esos guatemaltecos pesimistas tendrán que quedarse callados y tirar a la basura de una vez por todas la estúpida frase de que jugamos como nunca y perdimos como siempre,,,,, Porque hoy estos patojos Jugaron como nunca y nos clasificaron como nunca ninguna selección de FUTBOL 11 lo había logrado y con eso nos demostraron que el secreto del éxito siempre será siempre la convicción, el deseo, el esfuerzo y La Fe de querer triunfar.
El 6 de abril se rompió la tradición del YA MERITO por que 11 valientes patojos entraron y sin complejos dejaron eliminados a 11 gigantes que probablemente en promedio de estatura eran por lo menos 20 cms superiores, así que a disfrutar este momento histórico y dejar en nuestro corazón grabada esta enseñanza de estos patojos que Guatemala es capaz de TODO.
Mario Arturo