lunes, 9 de abril de 2012
un Corazon Docil luego de la Semana Santa
Imagino que al igual que la mayoría de ustedes hoy lunes luego de los días de asueto debe de haber sido bastante complicado y ajetreado empezar la semana de actividades rutinarias, digo rutinarias pues para algunos es trabajo, para otros estudios y de lucha para otros.
Y es que muchas personas desde el viernes de Dolores, otros desde el lunes pasado y otros a partir del miércoles iniciamos con los que es una de los pocas épocas en el calendario para salir de la rutina que nos otorga la legislación laboral guatemalteca. Y Gracias a ello Algunos dispusieron de tiempo para vacacionar y tomar sol, otros para compartir y descansar en familia y muchos más para asistir a las actividades piadosas y religiosas según su credo religioso, Particularmente yo opte por tener un tiempo de descanso, de compartir con amigos y familia, y desde
el jueves para interiorizar e intentar fortalecer mis convicciones de Fe.
Finalmente no importa que hayan decidido hacer, lo paradójico del asunto es que salvo alguna contada excepción estoy seguro que todos hubiésemos anhelado extender por algunas semanas el respiro que tuvimos en los últimos días, quizás tu hubieses querido asolearte un poquito más o disfrutar ese par de cervezas que te hicieron falta, o quizás hubieses querido participar en algunas actividades extras que te permitieran alimentar tu espíritu O bien pasar unos días más con tus seres queridos que tanto llegas a extrañar. El hecho es que este deseo no se pudo cumplir y el día de hoy la mayoría regresamos un poco a regañadientes a cumplir con nuestras obligaciones.
Bueno pero realmente el motivo de mis líneas es poder compartir contigo una enseñanza maravillosa, que definitivamente me encamino a tener un lunes bastante enriquecedor contrario a lo pensado el día de hoy, y es que el sábado cuando ya iniciaba con mi drama mental de prepararme para el eminente regreso a la rutina una de las lecturas de la Vigilia de Resurrección a la que asistía, hizo click en mi corazón y en mi mente transformo mi forma de pensar y era cabalmente la última de las lecturas de la liturgia, tomada de un libro del antiguo testamento que me permito transcribir para todos … “Pondré en ustedes un Corazón Nuevo y un Espíritu Nuevo, Quitare de ustedes ese corazón duro como la piedra y les pondré un corazón dócil” Ezequiel capitulo 36 Versiculo 22.
Hoy me atrevo a compartirlas contigo por que no importando cual es tu denominación religiosa, lo que si estoy seguro es que esta promesa de Dios puede llegar a ser trascendental en nuestro día a día, realmente el creer en esta afirmación de Dios para con nosotros su pueblo puede llegar a ser una fórmula perfecta para disfrutar mas la vida, por que imagínense ustedes cuanto de positivo puede traer a nuestra existencia el regresar luego de la semana santa con un corazón nuevo, un corazón lleno de gozo, un corazón como dice la palabra dócil, pero no dócil sinónimo de falta de intensidad sino un corazón dócil a la esperanza de un futuro prometedor.
Asi que hoy se las dejo picando, para que ustedes agarren esa pelotita y anoten una victoria personal y a partir de este martes tengan clara su tarea, disfrutar al máximo su rutina, y que ese sol, ese compartir, esos amigos que no habían visto y con los que compartieron estos días, que esa liturgia vivida al máximo de nuestra Fe se conviertan en el combustible para que ustedes desafíen esa posible amargura e insatisfacción que habita en sus corazones y que tal como la promesa lo indica con ese corazón nuevo que Dios nos promete sean ustedes los que transformen maravillosamente su entorno y que no sea que todas las dificultades del día a día vayan convertido en roca dura de nuevo su existir.
Así que el lunes(la dificil prueba) ya paso, entonces un abrazo y a disfrutar la vida.
Mario Arturo
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