lunes, 1 de octubre de 2012

La Fe.

Cuanto se debate y cuanto mundialmente se discute sobre estas dos letras, cuanto se ha hablado, escrito y hasta cantado a cerca de esta sencilla palabra, Cuantos diálogos, libros y canciones ha llevado como fuente principal este monosílabo, por volverse expertos en la Fe se han creado imperios económicos, personas se han vuelto TODOPODEROSAS, y en nombre de ella cuantas decisiones, juicios y rumbos se han tomado. Es más cuanto se ha incluso matado, y cuantas guerras se han provocado por defender los principios o la Fe en alguna determinada persona o credo religioso.

De repente la Fe se vuelve la medicina a todo, la excusa a todo y el consuelo a tanto. Pero en realidad ¿cómo personalmente explicamos la Fe? Como explicamos la diversas formas de Fe? Fe en ti mismo, Fe en tu creador, Fe en tus padres, Fe en los médicos, Fe en tu Pareja, Fe en un gobernante, hasta Fe en tu equipo deportivo favorito, en realidad que palabra tan determinante de la historia y tan difusa a la vez.

Tan difusa que ahorita en este momento estoy seguro que si todos expusiéramos sin ningún tapujo y restricción nuestra definición de Fe, seguro encontraríamos un variopinto de definiciones y sentimientos. Costaría realmente encasillar en al menos 1000 líneas lo que significa la Fe para todos. Para algunos la Fe es ciega, para otros la Fe es poderosa, para otros la Fe es una mala excusa, para otros la Fe es suprema, de lo que si estoy convencido es que para la gran mayoría de personas es que la FE ES VITAL Y por eso es la mayoría de veces determinante en la vida de tantas personas.

Vital porque finamente es el motor que te empuja a creer, a actuar, a construir y a confiar en que todos se solucionara, que la enfermedad sanara, que la vida renacerá y la esperanza perdurara, o cuantas veces luego de haber recibido esta terrible noticia sientes que no podrás amanecer al otro día luego de acostarse, y sin embargo al otro día ni siquiera te das cuenta cuando incluso ya está totalmente incorporado, bañado y hasta desayunado, y tú mismo sabes que definitivamente fue algo sobrenatural que te empujo a con coraje reponerte de ese abatimiento. A poco no es trascendental la Fe cuando en medio de una tragedia piensas que lloraras de por vida y de pronto tu mismo te admiras de que en el espejo reapareció la sonrisa dibujada en tu rostro y más importante aun tus ganas de vivir.

Como no va ser sustancial la Fe, si cuando apareció ese reto en tu vida que era tan demandante ni siquiera percibiste el momento en el que tenías miedo de afrontarlo y el segundo en que estabas pletórico de haber alcanzado el objetivo demandado, o cuando tenías esa profunda decepción en alguien y creía que le ibas borrarlo de tu entorno cuando de pronto decidiste volverle a tener fe y le diste una o quizás muchas oportunidades para enmendar. Y lo más maravilloso aun es que tú te diste chance de confiar de nuevos en las personas si y solo si porque seguramente no puedes contar con los dedos de tus manos las personas que te han brindado su confianza de nuevo a ti también.

A que palabra tan pequeña y tan significativa en todas nuestra vidas, probablemente por la forma ver la vida hoy en día a muchos les resulta de pronto hasta empalagoso que se hable de Fe, sin embargo yo declararía bendito el momento en el que todos hablaran más tiempo de fe y menos tiempo de excesos, vicios, degeneraciones y sobre todo de un materialismo sin sentido. Qué bueno que la gente ahora expone su Fe en público, porque eso lo hace cuidar cada paso que da para no ser tildado de Incoherente y de absurdo con la Fe que practica. Estoy plenamente convencido que en el momento en que la gente hable más de su crecimiento de Fe y menos de su crecimiento económico este mundo va ser mejor. Soy un convencido que la Fe es la solución a tanta crisis de valor en nuestra sociedad.

En mi caso personal les puedo decir que mi vida desde que tengo Fe ha sido mejor, desde que tengo Fe en mí, en mí familia, en mí país, en mí gente y en mí caso particular en mi Dios he encontrado más días de plenitud, mas días de gozo y mas días de esperanza. Quizás por eso a menudo hablo de mi Fe, no por que padezca de buenitis ni por que quiera ocultar el sol con un dedo, sino que mis frustraciones han mermado a medida que he decidido como primera premisa creer que todo es posible para quien confía, y lo más importante que todo pero en verdad todo pasa para bien. Y por todas estas razones a pesar de que sigo teniendo contratiempos, angustias, penurias y situaciones que simplemente no puedo entender, yo desde hace años he optado por que la mejor manera de sobrevivir y ser feliz en este mundo tan raro es Poner mi confianza y mi descanso en ese maravilloso señor que me mostro un modelo de vida basado en el amor, y confió que a través de su espíritu ilumina mis pasos además de brindarme la paz, y simplemente Descansó en su promesa constante en que lo mejor aún está por venir.

Así que desde hoy 50 años después de el inicio del concilio que transformo mi Iglesia, empiezo a celebrar con júbilo y con mucha alegría este año, que el pontífice ha declarado el año de la Fe.

Mario Arturo.

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