viernes, 9 de julio de 2010

Carlos Saul

Según mi memoria hace 23 años, estando en segundo grado primaria en el Colegio Don Bosco empecé a percibir en mi entorno a un flaco, espigado, en ese momento de pelo colocho, buen estudiante, aplicado, un poco egocéntrico, pero con buena armonía, parecía ser el prototipo para un buen amigo. Supuestamente debería tener memoria de él hace 24 años cursando el primer grado de primaria, pero realmente mi memoria no tiene mucho recuerdo antes de segundo.

De los primeros años de conocerlo no tengo una infinidad de recuerdos, probablemente porque al susodicho niño del que ahora te cuento no le gustaba el futbol, y en esos años mis grupos afines tenían que ver con la “mara” a la que le gustaba el juego de las patadas, bueno ahora tampoco lo practica, sin embargo ya se dice conocedor de la táctica del Soccer, aunque todo aprendido gracias las páginas virtuales y las transmisiones televisivas, porque de jugarlo jamás, menos después de que en sexto primaria literalmente se quito la mitad del dedo gordo del pie al tratar de disparar a gol y confundir la pelota con el concreto del que estaba provisto nuestra querida cancha de Primaria.

Pues como contaba en los primeros años la amistado no era tan intensa, no fue sino hasta sexto primaria que luego de dividir a los grados tuve el gusto de contar con el tremendo Carlos Trejo en mi sección de nuevo, hasta ese momento seis años ininterrumpidos en el mismo grado, en ese momento ya admiraba en el muchas virtudes en él; su gusto por las matemática y su habilidad para resolverla, su capacidad para el manejo de los tópicos en Ingles, y su esfuerzo diario por entrega a tiempo y con muy buena calidad sus tareas diarias a nivel académico, también recuerdo su egocentrismo de pronto agudo, su carácter fuerte, su estilo dominante, en fin tantas virtudes para describir al Trejin, este año 1991 empezaría una de las mejores amistades de mi vida.

Probablemente muchos de los que leerán estas líneas conocen a la persona de la que estoy hablando ya que estas líneas las publicare en el blog que el Carlitos y yo iniciamos, como cómplices en un sueño que teníamos desde hace mucho, escribir para compartir vida, algunos no lo conocerán, sin embargo aproveche este espacio para describir mi amistad con una de las personas más intensas que he tenido la oportunidad de conocer, una persona leal a sus principios, amigo en las buena s y las no tan buenas, conocedor, emprendedor y hasta colega en esta profesión de Ingeniero Industrial únicamente diferenciándonos la casa de estudios.
Como decía para los que lo conocen seguro podrían agregar mil y una historia más a este anecdotario del Trejo para algunos , Flaco, Calamardo, Saulito, Papa, y otros tantos sobrenombres o nombres de cariño que se que de alguna u otra manera hemos nombrado para hablar de el, por cierto omito el adjetivo cariñoso con el que Michelle su esposa lo ha de llamar, bueno pero la razón de estas líneas es porque hoy 9 de julio es el 32 aniversario del nacimiento de este peculiar amigo, al cual aprovecho para mandar mis sinceros saludos y un fuerte abrazo de feliz cumpleaños.
Bueno Carlos me imagino que leerás estas líneas, no me queda más que decir que gracias por lo aprendido de tu persona, gracias por los momentos vividos y sobre todo gracias ahora por empezar a compartir vida con nosotros a través de este loco invento que tuviste la idea de crear, felicitaciones y que sigas dándole a la vida tus pincelazos que hacen especial tu existir en esta sociedad.

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