Innumerables historias, canciones y películas se han centrado en el tema de la felicidad. Todas con su particular punto de vista, pero coincidiendo en la interminable búsqueda de los seres humanos por alcanzarla.
Esta vez quiero ahondar en la parte de la búsqueda por alcanzar la felicidad. Personalmente, creo que hay algo mal al referirnos a la felicidad como algo que debemos buscar o perseguir. Al ser la felicidad algo que debemos buscar, la estamos concibiendo como algo muy personal que tiene un significado único para cada persona, que no deja de ser cierto, pero que considero se aleja de la esencia de lo que la felicidad verdadera representa.
Cada persona tiene diferentes cosas que le acercan a la felicidad plena, en algunos casos estas cosas pueden ser muy superficiales (les recomiendo leer el post “Las 3 Ps” que Mario publico hace unas semanas) que hacen que la felicidad se vuelva un estado momentáneo al satisfacer necesidades muy específicas de un momento en especial. Es aquí donde creo que el concepto de la búsqueda incansable de la felicidad nace, ya que siempre estamos en la búsqueda de más cosas que nos hagan sentirnos plenos y por tanto felices.
Es precisamente en ese concepto donde considero existe un error; al estar buscando constantemente el llenar nuestras necesidades para satisfacer nuestras ansias de felicidad, tendemos a dejar en segundo plano los deseos y necesidades de las personas que se encuentran a nuestro alrededor. Muchas veces tenemos a esposas y esposos sacrificando sus deseos con el fin de brindar apoyo a su pareja para que este alcance sus sueños, o familias que se desintegran porque ésta búsqueda se dirige hacia lugares distintos para cada miembro y en la búsqueda de la felicidad se alejan de la idea que los llevo a estar juntos en un inicio.
Creo que la verdadera felicidad no se busca, se regala y cada uno tiene el poder de dar este precioso regalo a todas las personas que están a su alrededor. Cada vez hay más gente que daría todo lo que tiene por poder pasar más tiempo con alguien que los haga sentirse especiales, más niños que quisieran estar más tiempo con sus padres en lugar de recibir regalos caros que compensen su ausencia o amigos que les gustaría poder pasar interminables horas compartiendo historias que los hagan recordar momentos donde el estatus no importaba y todas las personas eran importantes sin necesidad de contar sus pertenencias o círculo social al que pertenecen.
Tómate el tiempo de hacer felices a tus seres queridos. Dales el mejor regalo que puedes darle, tu presencia, hazlos felices a través de disfrutar su compañía, de compartir sus éxitos y sentirte pleno a través de ellos, si tu círculo cercano es exitoso, lo más seguro es que tu también ya lo eres pero no has podido ver más allá de los ojos del YO que nublan la dicha de la que ya gozas.
La próxima vez que te veas buscando la felicidad, detente y piensa que puedes hacer tú para que tu familia y amigos sean felices, y cuando veas la sonrisa en sus rostros y te encuentres disfrutando de su compañía te darás cuenta que lo que estabas buscando siempre ha estado ahí esperando por ti.
Carlos
lunes, 30 de agosto de 2010
domingo, 22 de agosto de 2010
El Reto de Correr….
Tenía unos 11 años más o menos, estaba en quinto primaria, cuando un 31 de diciembre del año 1990, pasaron cerca de donde juga futbol con mi viejo mis vecinos, Jonathan, Renato y el viejo de ellos Víctor Hugo. Luego de una leve plática y un ¡anímense!, nos tenían a los dos con mi Papá en el carro, luego de unos minutos y como respuesta a mi pregunta de ¿a dónde vamos? , la respuesta de todos fue, pues a correr la SAN SILVESTRE. A mí realmente a esa altura del episodio no me quedaban muchas opciones. Si Renato mi amigo pequeño de 9 años iba a correrla, pues ni modo que yo 2 años mayor NO, y así empezó uno de los hobbies más gratificantes de mi vida… Correr.
Seguramente si le hubiesen dado más opciones a mi mente en ese momento, probablemente hubiese optado por no arriesgarme, por dejar que el miedo invadiera mi actitud; sin embargo como no hubo mucha opción , corrí mi primera carrera de 10 km. Antes no había corrido ni 5 km de un tirón. Claro ese día Renato y yo llegamos como a 500 mts. por delante de la ambulancia de los Bomberos Municipales.
Ya han pasado casi 20 años de esa primera carrera de mi vida, luego de ese día he corrido 15 San Silvestre con la del año pasado, a lo largo de las mismas he ido animando a mucha gente a correr. Aún me acuerdo la primera carrera de mi primo Juan Carlos con tan sólo 10 años y el increíble dolor de piernas que decía tener al día siguiente. Mi hermano Luis Alfredo que me salió un muy buen fondista y hasta mi hermana pequeña que luego de superar sus problemas de debilidad física finalmente el año pasado llegó a la meta 5 minutos antes que yo. Además de muchos amigos más que se han ido uniendo a esta muy sana actividad. Claro hoy en día es una actividad donde más gente se involucra; es más existe club de maratón y gente que organiza cada año más carreras.
Realmente es una actividad con mucho futuro en Guatemala, y que me parece una forma increíble de liberación de energía juvenil en una activad positiva, además de estimular la voluntad para alcanzar retos. Mis siguientes personas a incentivar son mi linda compañera de hogar para este año, Sophia mi hija pequeña el año siguiente y algún día mi pequeña bebé de 2 meses.
En mi caso creo que ahora es el momento de volver a ser el niño de 11 años y tomar los retos con más voluntad, es hora de dejar atrás las limitaciones mentales, fortalecer el espíritu y dar una salto hacia adelante. Muchos de mis amigos y primos (Rodrigo, el Papa,Dwina) han venido insistiéndome en tomar el reto de correr las famosas carreras de más de 20km, LA MAX TOTT, COBAN, O LA MUY CERCANA CARRERA DE LA MUNICIPALIDAD, y como todo buen adulto con miedo, he tenido demasiado prudencia y aún no le he entrado al reto. Sin embargo hoy doy mi compromiso de tener voluntad y coraje de un niño, y vencer las limitaciones del temor y entrarle al reto, hoy pongo mi palabra que en agosto empezaré mi preparación para correr el otro año también las carreras de 20 km, seguro que dentro de 20 años, ese desafío será una agradable realidad y les estaré contando de mis carreras de mas fondo. Alguno de mis ejemplos de que si se puede son mis amigas Lucky y la mama de Andres Silvia que ya ha terminado carreras de 42Km.
Un abrazo a todos mis amigos, conocidos, y en fin a todas las personas que han desafiado sus limitaciones mentales, se han preparado y han cambiado mañanas y días enteros de sedentarismo, por largas jornadas de ejercicio a lo largo de los kilómetros y las calles de nuestra Bella Guatemala. Ojalá cada madrugada, cada fin de semana sean más y más personas las que se animen a romper sus barreras, comprarse un par de tenis y correr para alcanzar sus metas.
Seguramente si le hubiesen dado más opciones a mi mente en ese momento, probablemente hubiese optado por no arriesgarme, por dejar que el miedo invadiera mi actitud; sin embargo como no hubo mucha opción , corrí mi primera carrera de 10 km. Antes no había corrido ni 5 km de un tirón. Claro ese día Renato y yo llegamos como a 500 mts. por delante de la ambulancia de los Bomberos Municipales.
Ya han pasado casi 20 años de esa primera carrera de mi vida, luego de ese día he corrido 15 San Silvestre con la del año pasado, a lo largo de las mismas he ido animando a mucha gente a correr. Aún me acuerdo la primera carrera de mi primo Juan Carlos con tan sólo 10 años y el increíble dolor de piernas que decía tener al día siguiente. Mi hermano Luis Alfredo que me salió un muy buen fondista y hasta mi hermana pequeña que luego de superar sus problemas de debilidad física finalmente el año pasado llegó a la meta 5 minutos antes que yo. Además de muchos amigos más que se han ido uniendo a esta muy sana actividad. Claro hoy en día es una actividad donde más gente se involucra; es más existe club de maratón y gente que organiza cada año más carreras.
Realmente es una actividad con mucho futuro en Guatemala, y que me parece una forma increíble de liberación de energía juvenil en una activad positiva, además de estimular la voluntad para alcanzar retos. Mis siguientes personas a incentivar son mi linda compañera de hogar para este año, Sophia mi hija pequeña el año siguiente y algún día mi pequeña bebé de 2 meses.
En mi caso creo que ahora es el momento de volver a ser el niño de 11 años y tomar los retos con más voluntad, es hora de dejar atrás las limitaciones mentales, fortalecer el espíritu y dar una salto hacia adelante. Muchos de mis amigos y primos (Rodrigo, el Papa,Dwina) han venido insistiéndome en tomar el reto de correr las famosas carreras de más de 20km, LA MAX TOTT, COBAN, O LA MUY CERCANA CARRERA DE LA MUNICIPALIDAD, y como todo buen adulto con miedo, he tenido demasiado prudencia y aún no le he entrado al reto. Sin embargo hoy doy mi compromiso de tener voluntad y coraje de un niño, y vencer las limitaciones del temor y entrarle al reto, hoy pongo mi palabra que en agosto empezaré mi preparación para correr el otro año también las carreras de 20 km, seguro que dentro de 20 años, ese desafío será una agradable realidad y les estaré contando de mis carreras de mas fondo. Alguno de mis ejemplos de que si se puede son mis amigas Lucky y la mama de Andres Silvia que ya ha terminado carreras de 42Km.
Un abrazo a todos mis amigos, conocidos, y en fin a todas las personas que han desafiado sus limitaciones mentales, se han preparado y han cambiado mañanas y días enteros de sedentarismo, por largas jornadas de ejercicio a lo largo de los kilómetros y las calles de nuestra Bella Guatemala. Ojalá cada madrugada, cada fin de semana sean más y más personas las que se animen a romper sus barreras, comprarse un par de tenis y correr para alcanzar sus metas.
lunes, 16 de agosto de 2010
¿Quién dijo miedo?
El fin de semana tuve la dicha de poder visitar Alta Verapaz con mi familia. Fue la oportunidad perfecta para invitar a un amigo que acaba de llegar al país para que pudiera conocer algo más que la Antigua de Guatemala, y también fue una excelente oportunidad para que yo conociera Alta Verapaz.
Entre los lugares que visitamos el que más expectativa creo entre nosotros fueron las legendarias Grutas del Rey Marcos. Un lugar que encierra tanta belleza y tanta aventura que es imposible rechazar una invitación a explorarlas.
Entre mis acompañantes en esta expedición se encontraba mi hijo de tres años, Mateo, ya que no quiso dejarnos ir solos al escuchar la palabra “cueva”, que rápidamente asoció con “murciélagos” a los que tuvo el placer de conocer durante este viaje y parecía querer un encuentro más cercano con ellos.
Mientras escuchábamos la historia de la gruta y las instrucciones del guía, me preguntaba si sería una buena idea llevar a Mateo conmigo. Yo no conocía el camino y no sabía que nos esperaba, fue entonces cuando el guía dijo que debido al clima de los días anteriores la gruta estaba en condiciones bastante óptimas para un grupo de principiantes. Mis dudas quedaron disipadas y me dispuse a llevar a mi hijo conmigo. Después de una charla cara a cara para transmitir instrucciones claras a Mateo, nos dispusimos a escalar los doscientos metros que nos separaban de la entrada de la gruta.
Al acercarnos a la entrada de la gruta podía ver el entusiasmo en sus ojos y la expectativa por encender la lucecita que llevaba en su casco. Antes de entrar le recordé: “no me sueltes y has caso a todo lo que te diga” a lo que el asintió con ojos sinceros y una sonrisa que me llenó de tranquilidad.
Durante los aproximados veinte minutos que duró el camino de entrada hasta el santuario, bóveda más alta a la que se puede acceder con poco equipo, pude sentir como la manita de mi hijo tomaba firmemente la mía y podía ver su cabecita moviéndose intranquila apuntando su luz a diferentes lugares que eran un verdadero banquete para sus ojitos.
Con frecuencia le preguntaba si tenía miedo, a lo que el firmemente contestaba que no mientras seguía caminando delante de mi guiando mi camino.
No deseo aburrirlos con el relato de mi viaje con mi hijo, pero puedo decirles que para mi fue todo un ejemplo de valentía y obediencia. Nunca dudó a una instrucción y exploró todo su camino cual experimentado espeleólogo.
Lo que aprendí de esta aventura fue que mi hijo nunca tuvo miedo, y he llegado a pensar que nunca lo tuvo porque no lo conoce. Antes de entrar trate de ser muy detallado, con mi poco conocimiento del lugar, al explicarle que íbamos a ver, que debía hacer y como se debía comportar. Luego de obtener su confirmación de mensaje recibido le dije que yo iba a estar con él y que no lo iba a soltar durante todo el camino.
Esto trajo a mi mente muchos recuerdos de momentos en los que mi papá me dijo que iba a estar conmigo y la seguridad que me hacía sentir el saber que podía contar con él.
Mientras más pensaba en esto más me preguntaba ¿Qué sería de nosotros si nunca sintiéramos miedo? El miedo es una respuesta natural a la incertidumbre y a lo nuevo, pero ¿cómo reaccionaríamos si no lo conociéramos? ¿Qué pasaría si en lugar de crearnos dudas entre nosotros nos animáramos a seguir adelante ofreciendo nuestro apoyo incondicional a cada paso que demos?
Este fin de semana mi hijo me enseño que el miedo no existe, que es simplemente la sensación que trae la falta de apoyo y que mientras mi familia y mis amigos estén a mi lado no debo de sentir miedo. Es más tengo la obligación de que mi familia y amigos no sientan miedo jamás porque yo voy a estar ahí para ellos, para aclararles el panorama, para alentarlos cuando haga falta, para tomar su mano cuando necesiten de apoyo y para felicitarlos cuando alcancen sus metas.
Hoy te invito a que ya no sientas miedo y no permitas que tu familia y amigos vuelvan a sentir miedo. Se ese apoyo tan necesario en estos tiempos difíciles por los que atraviesa nuestra sociedad, cuando veas a tu hermano desfallecer ante la incertidumbre motívalo a seguir caminado, a luchar por alcanzar sus sueños, a no darse por vencido ante la adversidad porque nunca vamos a sentir miedo si caminamos juntos.
Carlos
Entre los lugares que visitamos el que más expectativa creo entre nosotros fueron las legendarias Grutas del Rey Marcos. Un lugar que encierra tanta belleza y tanta aventura que es imposible rechazar una invitación a explorarlas.
Entre mis acompañantes en esta expedición se encontraba mi hijo de tres años, Mateo, ya que no quiso dejarnos ir solos al escuchar la palabra “cueva”, que rápidamente asoció con “murciélagos” a los que tuvo el placer de conocer durante este viaje y parecía querer un encuentro más cercano con ellos.
Mientras escuchábamos la historia de la gruta y las instrucciones del guía, me preguntaba si sería una buena idea llevar a Mateo conmigo. Yo no conocía el camino y no sabía que nos esperaba, fue entonces cuando el guía dijo que debido al clima de los días anteriores la gruta estaba en condiciones bastante óptimas para un grupo de principiantes. Mis dudas quedaron disipadas y me dispuse a llevar a mi hijo conmigo. Después de una charla cara a cara para transmitir instrucciones claras a Mateo, nos dispusimos a escalar los doscientos metros que nos separaban de la entrada de la gruta.
Al acercarnos a la entrada de la gruta podía ver el entusiasmo en sus ojos y la expectativa por encender la lucecita que llevaba en su casco. Antes de entrar le recordé: “no me sueltes y has caso a todo lo que te diga” a lo que el asintió con ojos sinceros y una sonrisa que me llenó de tranquilidad.
Durante los aproximados veinte minutos que duró el camino de entrada hasta el santuario, bóveda más alta a la que se puede acceder con poco equipo, pude sentir como la manita de mi hijo tomaba firmemente la mía y podía ver su cabecita moviéndose intranquila apuntando su luz a diferentes lugares que eran un verdadero banquete para sus ojitos.
Con frecuencia le preguntaba si tenía miedo, a lo que el firmemente contestaba que no mientras seguía caminando delante de mi guiando mi camino.
No deseo aburrirlos con el relato de mi viaje con mi hijo, pero puedo decirles que para mi fue todo un ejemplo de valentía y obediencia. Nunca dudó a una instrucción y exploró todo su camino cual experimentado espeleólogo.
Lo que aprendí de esta aventura fue que mi hijo nunca tuvo miedo, y he llegado a pensar que nunca lo tuvo porque no lo conoce. Antes de entrar trate de ser muy detallado, con mi poco conocimiento del lugar, al explicarle que íbamos a ver, que debía hacer y como se debía comportar. Luego de obtener su confirmación de mensaje recibido le dije que yo iba a estar con él y que no lo iba a soltar durante todo el camino.
Esto trajo a mi mente muchos recuerdos de momentos en los que mi papá me dijo que iba a estar conmigo y la seguridad que me hacía sentir el saber que podía contar con él.
Mientras más pensaba en esto más me preguntaba ¿Qué sería de nosotros si nunca sintiéramos miedo? El miedo es una respuesta natural a la incertidumbre y a lo nuevo, pero ¿cómo reaccionaríamos si no lo conociéramos? ¿Qué pasaría si en lugar de crearnos dudas entre nosotros nos animáramos a seguir adelante ofreciendo nuestro apoyo incondicional a cada paso que demos?
Este fin de semana mi hijo me enseño que el miedo no existe, que es simplemente la sensación que trae la falta de apoyo y que mientras mi familia y mis amigos estén a mi lado no debo de sentir miedo. Es más tengo la obligación de que mi familia y amigos no sientan miedo jamás porque yo voy a estar ahí para ellos, para aclararles el panorama, para alentarlos cuando haga falta, para tomar su mano cuando necesiten de apoyo y para felicitarlos cuando alcancen sus metas.
Hoy te invito a que ya no sientas miedo y no permitas que tu familia y amigos vuelvan a sentir miedo. Se ese apoyo tan necesario en estos tiempos difíciles por los que atraviesa nuestra sociedad, cuando veas a tu hermano desfallecer ante la incertidumbre motívalo a seguir caminado, a luchar por alcanzar sus sueños, a no darse por vencido ante la adversidad porque nunca vamos a sentir miedo si caminamos juntos.
Carlos
domingo, 8 de agosto de 2010
Las Tres P´s
El día de hoy en la homilía de la misa dominical, el sacerdote hablo de lo apremiante y destructivo que se ha vuelto para la humanidad la búsqueda obsesiva de las tres p´s y como esto ha degradado la convivencia de los hombres y mujeres, yo ya había escuchado algunas veces este tópico de las tres p´s sin embargo nunca había meditando a cerca de la situación de nuestra sociedad y de cómo parece en nuestro país muy acertada la teoría, es mas estoy convencido de que la búsqueda desmedida de Poder, Poseer y Placer es lo que ha hecho en los últimos años a muchos actores de nuestra sociedad caer en grandes despropósitos que han provocado este aparente Caos social en el que actualmente vivimos.
Empecemos revisando la P de Poder, a menudo en nuestro país esta famosa palabrita ha hecho que en nuestra Guatemala se caigan grandes planes a largo plazo, se destruyan partidos políticos que parecían estables y con objetivos claros, se cambien autoridades que venían trabajando positivamente y no digamos últimamente que hasta asesinatos políticos se han visto por la desmedida búsqueda del poder absoluto y el tratar de el continuismo de la tenencia del poder por con el único interés del beneficio personal. Y el Poder como tal probablemente no haya sido el malo, lo ingrato de la situación es no poner la Posición de Poder al servicio de los demás y utilizarlo solo para llevar agua a su molino como dirían las abuelitas. Que distinta seria nuestra nación si el que más poder tuviera fuera también el que más se pusiera hasta delante de la Fila para servir, para apoyar, para demostrar con testimonio de vida que el más importante entre todos debiera ser el que más contribuye con sus semejantes. Seguro seriamos una sociedad cada día más edificante.
Vamos con la segunda P, la de Poseer y el problema no es buscar el poseer siendo en cada momento más prospero, La prosperidad obtenida con esfuerzo tesonero y con el sudor de la frente no es mala por el contrario esa búsqueda constante de prosperidad seguro provocaría una generación de riqueza acelerada que haría que nuestra maltrecha economía se volviera pujante y solida. Sin embargo actualmente vemos como muchos de nuestros compatriotas buscan por todo los medios sin ningún escrúpulo generar riqueza sin importar los medios, los fines y mucho menos las consecuencias, y por esa razón vemos a miles y miles de jóvenes dedicados a actividades delictivas, vemos a profesionales vendiendo su ética y su moral en el afán de crecer económicamente rápido, vemos a empresarios explotar a sus trabajadores con el objeto de obtener más réditos, y cientos y cientos de personas tomando bienes que no son propios generando fortunas ilícitamente , en fin diariamente podemos ver a habitantes ambiciosos en búsqueda de riqueza personal sin ningún escrúpulo. Que distinto seria que la totalidad de chapines dedicáramos nuestro mayor esfuerzo y toda nuestra energía a crecer económicamente en base a nuestro sacrificio.
Por ultimo vamos con la tercer P la del placer, y probablemente esta sea la más difícil, porque quizás es hasta socialmente aceptado con la excusa de libertad personal de acción todo tipo de actividades en la que si supuestamente no se afecta a los demás, todo bien. Y por eso vemos todo los días estímulos al placer, y el problema lo grave es que se nos orienta a un Placer sin compromiso, sin ataduras, sin responsabilidad, y supuestamente un Placer sin consecuencias y creo que a ninguna sociedad le hace bien que sus habitantes se vuelvan adictos al placer, por el contrario eso provoca, una degradación del autoestima que hace cada vez más niños, jóvenes y adultos inseguros y insensatos y peor aun inmorales. por eso es, que aunque todos sabemos los 72 tipos de canceres que provoca el cigarro se siga viendo publicidad de este en cada supermercado que visitamos, por eso es que canciones incitando a desordenes de todo tipo estén siempre al tope de las listas de popularidad, por eso es que se vuelvan héroes los que anuncian preferencias sin sentido, por eso es que el culto al aspecto físico se vuelve cada día mas importante que cultivar una adecuada personalidad y espiritualidad que desemboquen en personas autenticas, seguras de si mismas y capaces de engrandecer nuestra entorno.
Finalmente quiero expresar que no es mi propósito juzgar, ni mucho menos quien o quienes caen constantemente en la dinámica de las 3 P´s, yo mismo saldría afectado, ya que en varios momentos de mi vida he caído en el manejo inadecuado de la búsqueda de la mismas, con estas líneas me gustaría provocar reflexión a cerca de cuanto maneja NUESTRAS VIDAS el afán de conseguir Poder, Poseer y Placer y en la medida de lo posible ubicar que cosa de nuestra existencia es más importante que esta búsqueda y partir de allí movernos en dirección adecuada y modificar nuestro esfuerzo diario a encontrarnos con una existencia en esta sociedad que nos devuelva otra palabra también con P, y que esta permanezca por siempre en nuestra vida….PLENITUD. Animo y no nos dejemos envolver en status transitorios y efímeros que nos dejaran probablemente más consternado al concluir. Es más enfoquémonos en base a una transformación social y personal a generar ese cambio que provoque la disolución de ese aparente caos en el que vivimos.
Mario Arturo
jueves, 5 de agosto de 2010
Ad Astra
Para los que no saben mucho acerca de mi pasado, tengo el honor de pertenecer a la familia Salesiana de Guatemala. Durante once años de mi vida lleve la frase en latín “Ad Astra” en el monograma colocado sobre el bolsillo en el lado derecho, sobre el corazón, de mi camisa del colegio. Catorce años después de haber terminado mis estudios, esta frase fue quedando en el olvido hasta esta semana.
La visita de las reliquias de San Juan Bosco a Guatemala tuvo diferente significado para cada persona que tuvo la oportunidad de participar en las celebraciones que se llevaron a cabo. Para mí, fue una oportunidad de re encontrarme con mi pasado y poder hacer una evaluación del camino que deseo seguir y del que deseo para mi familia.
La frase “Ad Astra” significa “a las estrellas”. Todos tenemos “estrellas” que deseamos alcanzar, que añoramos poder tocar. “Estrellas” que serán y son el resultado de mucho trabajo, esfuerzo y sacrificio y como tal la recompensa a un trabajo bien hecho.
Ahora bien, nuestras “estrellas” deben estar cimentadas sobre las bases correctas: el respeto a las leyes y autoridad, el respeto a las demás personas, el respeto a nosotros mismos.
La falta de estas bases es lo que ha contribuido a que nuestra sociedad este en éste estado. Con cosas tan sencillas como pasarnos un semáforo en rojo, estacionarnos en zonas prohibidas, hacer quedar mal a otras personas con el fin de lograr nuestro propósito, aunque sean hechas una vez van sumando al colectivo de cosas hechas “una sola vez” que se van volviendo socialmente aceptables. Lo más gracioso, es que cuando la ley debe ser aplicada a nosotros tratamos de evadir nuestra responsabilidad con tal de no vernos afectados, olvidando que infringimos la ley.
Si deseamos que nuestra sociedad cambie debemos redefinir las bases de nuestras “estrellas”. Recordemos que todo lo que hacemos, por pequeño que sea, día a día es el resultado de nuestros valores y nuestras creencias, es el ejemplo que le estamos dando a nuestros niños. Mi esposa, al nacer nuestro primer hijo, me dijo: “nuestra obligación es darle un buen hombre a esta sociedad”, hoy los invito a todos a ser esos buenos hombres y mujeres respetuosos de la ley y de sus hermanos ciudadanos que tanto necesita nuestro país. A los que tienen hijos, esfuércense en que ellos sean la versión mejorada de ustedes por el bien de nuestro país.
La labor de Don Bosco se resume en esta frase: “ser buenos Cristianos y honrados ciudadanos”, a mis hermanos Salesianos los invito a re encontrarse con nuestros valores y compartirlos con el ejemplo con nuestros hermanos que no han tenido la oportunidad de conocer lo que significa pertenecer a la familia Salesiana.
Alcancemos nuestras estrellas, apuntemos alto a ellas. Que todas juntas iluminarán el futuro prometedor que Guatemala necesita.
Carlos
La visita de las reliquias de San Juan Bosco a Guatemala tuvo diferente significado para cada persona que tuvo la oportunidad de participar en las celebraciones que se llevaron a cabo. Para mí, fue una oportunidad de re encontrarme con mi pasado y poder hacer una evaluación del camino que deseo seguir y del que deseo para mi familia.
La frase “Ad Astra” significa “a las estrellas”. Todos tenemos “estrellas” que deseamos alcanzar, que añoramos poder tocar. “Estrellas” que serán y son el resultado de mucho trabajo, esfuerzo y sacrificio y como tal la recompensa a un trabajo bien hecho.
Ahora bien, nuestras “estrellas” deben estar cimentadas sobre las bases correctas: el respeto a las leyes y autoridad, el respeto a las demás personas, el respeto a nosotros mismos.
La falta de estas bases es lo que ha contribuido a que nuestra sociedad este en éste estado. Con cosas tan sencillas como pasarnos un semáforo en rojo, estacionarnos en zonas prohibidas, hacer quedar mal a otras personas con el fin de lograr nuestro propósito, aunque sean hechas una vez van sumando al colectivo de cosas hechas “una sola vez” que se van volviendo socialmente aceptables. Lo más gracioso, es que cuando la ley debe ser aplicada a nosotros tratamos de evadir nuestra responsabilidad con tal de no vernos afectados, olvidando que infringimos la ley.
Si deseamos que nuestra sociedad cambie debemos redefinir las bases de nuestras “estrellas”. Recordemos que todo lo que hacemos, por pequeño que sea, día a día es el resultado de nuestros valores y nuestras creencias, es el ejemplo que le estamos dando a nuestros niños. Mi esposa, al nacer nuestro primer hijo, me dijo: “nuestra obligación es darle un buen hombre a esta sociedad”, hoy los invito a todos a ser esos buenos hombres y mujeres respetuosos de la ley y de sus hermanos ciudadanos que tanto necesita nuestro país. A los que tienen hijos, esfuércense en que ellos sean la versión mejorada de ustedes por el bien de nuestro país.
La labor de Don Bosco se resume en esta frase: “ser buenos Cristianos y honrados ciudadanos”, a mis hermanos Salesianos los invito a re encontrarse con nuestros valores y compartirlos con el ejemplo con nuestros hermanos que no han tenido la oportunidad de conocer lo que significa pertenecer a la familia Salesiana.
Alcancemos nuestras estrellas, apuntemos alto a ellas. Que todas juntas iluminarán el futuro prometedor que Guatemala necesita.
Carlos
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