lunes, 30 de agosto de 2010

La felicidad ¿por qué es tan importante para nosotros?

Innumerables historias, canciones y películas se han centrado en el tema de la felicidad. Todas con su particular punto de vista, pero coincidiendo en la interminable búsqueda de los seres humanos por alcanzarla.

Esta vez quiero ahondar en la parte de la búsqueda por alcanzar la felicidad. Personalmente, creo que hay algo mal al referirnos a la felicidad como algo que debemos buscar o perseguir. Al ser la felicidad algo que debemos buscar, la estamos concibiendo como algo muy personal que tiene un significado único para cada persona, que no deja de ser cierto, pero que considero se aleja de la esencia de lo que la felicidad verdadera representa.

Cada persona tiene diferentes cosas que le acercan a la felicidad plena, en algunos casos estas cosas pueden ser muy superficiales (les recomiendo leer el post “Las 3 Ps” que Mario publico hace unas semanas) que hacen que la felicidad se vuelva un estado momentáneo al satisfacer necesidades muy específicas de un momento en especial. Es aquí donde creo que el concepto de la búsqueda incansable de la felicidad nace, ya que siempre estamos en la búsqueda de más cosas que nos hagan sentirnos plenos y por tanto felices.

Es precisamente en ese concepto donde considero existe un error; al estar buscando constantemente el llenar nuestras necesidades para satisfacer nuestras ansias de felicidad, tendemos a dejar en segundo plano los deseos y necesidades de las personas que se encuentran a nuestro alrededor. Muchas veces tenemos a esposas y esposos sacrificando sus deseos con el fin de brindar apoyo a su pareja para que este alcance sus sueños, o familias que se desintegran porque ésta búsqueda se dirige hacia lugares distintos para cada miembro y en la búsqueda de la felicidad se alejan de la idea que los llevo a estar juntos en un inicio.

Creo que la verdadera felicidad no se busca, se regala y cada uno tiene el poder de dar este precioso regalo a todas las personas que están a su alrededor. Cada vez hay más gente que daría todo lo que tiene por poder pasar más tiempo con alguien que los haga sentirse especiales, más niños que quisieran estar más tiempo con sus padres en lugar de recibir regalos caros que compensen su ausencia o amigos que les gustaría poder pasar interminables horas compartiendo historias que los hagan recordar momentos donde el estatus no importaba y todas las personas eran importantes sin necesidad de contar sus pertenencias o círculo social al que pertenecen.

Tómate el tiempo de hacer felices a tus seres queridos. Dales el mejor regalo que puedes darle, tu presencia, hazlos felices a través de disfrutar su compañía, de compartir sus éxitos y sentirte pleno a través de ellos, si tu círculo cercano es exitoso, lo más seguro es que tu también ya lo eres pero no has podido ver más allá de los ojos del YO que nublan la dicha de la que ya gozas.

La próxima vez que te veas buscando la felicidad, detente y piensa que puedes hacer tú para que tu familia y amigos sean felices, y cuando veas la sonrisa en sus rostros y te encuentres disfrutando de su compañía te darás cuenta que lo que estabas buscando siempre ha estado ahí esperando por ti.

Carlos

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