Feliz 190 cumple, Patria querida... Guatemala.

Hoy es uno de esos días en que amanezco plenamente agradecido con Dios por una simple razón… ser guatemalteco, ser chapín. Dios me brindó la oportunidad de nacer en esta tierra bella en la que me he dado el lujo de ver volcanes, lagos, ríos, montañas, cascadas de agua, y sobre todo un cielo pletórico que pasa de color azul bandera, a gris obscuro con una belleza exuberante. He nacido en este país lleno de tanta y tanta diversidad natural que pasa desde los famosos zompopos de mayo hasta el increíble ave nacional nuestro Quetzal.

Este es uno de esos días en los que levanto la mirada al cielo y agradezco al creador haber nacido en este precioso lugar donde he escuchado la marimba al compás del viento, en las que he podido observar muchos colores en tanto y tanto traje distintivo de las etnias que representan nuestra famosa interculturalidad. Esta gran nación en donde he podido observar la huella imborrable del paso de una de las culturas milenarias más significativa de la historia, Los Mayas, que nos hacen hoy en día un país rico en legado histórico.

Gracias vida por haberme permitido poner mis pies en esta tierra bendita donde se escucha tanta música armoniosa para los oídos desde el canto a esa luna preciosa a esa Luna de Plata como el Grito y la exigencia de paz a través de un llamado al Alto al fuego. Donde también he podido escuchar el llamado a que Jesucristo es más que simple palabras que se las lleva el viento y que es concreto nuestras obras y nuestras acciones las que muestran la coherencia con nuestra fe. Este maravilloso país en el que he escuchado el sonido de la chirimilla y las notas pacientes y reflexivas de las marchas procesionales.

Tuve la oportunidad de nacer en esta tierra que me ha permitido probar manjares desde los naturales como los sabrosos nances, los mangos con pepita, el chilacayote y los deliciosos zapotes, hasta los más elaborados por manos de nuestras bellas mujeres como la exquisita mezcla de todo el Fiambre de noviembre o como el elaborado caldo de pepitoria, el delicioso pepián.

Hoy siento gratitud porque dentro de mis compatriotas puedo contar dos premios nobel, un ganador de la maratón de Boston, unos de los cantantes actuales más famosos del mundo pop, hasta el inventor de un atol riquísisimo en nutrientes y en alimentación.

Muchos de mis connacionales también sostienen buena parte de la economía de una de las grandes potencia del mundo con su esfuerzo y su sudor diario, y millones más de mis compatriotas se levantan todos los días y se las arreglan con subsistir y mantener a sus familias con un precario ingreso monetario haciéndonos un llamado urgente a crear más y más oportunidades en nuestra tierra y a cada día estrechar cada vez más la brecha entre ricos y pobres con una distribución más equitativa de la riqueza, por la lucha todos ellos siento mucho orgullo por ser chapín.

Por todo esto y más estoy altamente agradecido de nacer en esta tierra, por esto y más agradezco también a la vida podido engendrar a dos lindas chapinitas en esta tierra maravillosa, en esta tierra en la que hace ya 15 años vivimos alejados de los fusiles y las balas ideológicas y ahora sólo nos toca luchar contra ese tirano que se llama Crimen organizado o no, y estoy convencido por fe que vienen tiempos mejores en los que dejaremos de vivir en fortalezas de seguridad y podremos cantar a todo pulmón la última estrofa de nuestro imponente himno y al igual que nuestra ave patria diremos “Ojalá que remonte su vuelo más que el Cóndor y el Águila real”



Mario Arturo