Nuestra Iglesia esta de gozo, desde el día de ayer los católicos y en si los cristianos de toda Guatemala podemos celebrar la graduación en la Fe de uno de los pastores mas emblemáticos que ha tenido Guatemala, Nuestro amado Monseñor Rodolfo Quezada Toruño.
Y para dar titulo a estas líneas como alguna vez en medio de una entrevista el dijo, la diferencias entre el presidente y yo son tan grandes hasta en el base ball el le va a los yankees y yo soy el Cardenal de los Cardenales. Por eso hoy con respeto escribo para recordar a mi Cardenal, Cardenal.
Y es que escuchar por minutos un discurso, una homilía, una entrevista o una simple frase a Monseñor Quezada sin duda son de las situaciones más edificantes que tuve a lo largo de mi vida, simplemente momentos extraordinarios que cimentaron en pocos segundos mi pensamiento para bien, hoy en su honor traigo a mi memoria en especial una de sus frases que quiero tomar como base para definir lo que era, es y será el mayor legado de Rodolfo: su FE en un Cristo Vivo.
Transcurría el paso procesional del cortejo procesional del Cristo yacente de la parroquia nuestra señor de los Remedios (El Calvario) por la Catedral, y Rodolfo Cardenal salió a presidir la ceremonia del perdón, yo en medio del parque central no podía dejar de admirarme por lo maravilloso de la alegoría del Anda de Cristo en esta oportunidad, sin embargo en medio del silencio que presido a la marcha que marco la trayectoria de la imagen de Jesús hasta el palacio arzobispal se empezó a escuchar la voz de Monseñor Quezada que daba su saludo a los feligreses, a los miembros de la hermandad y a los devotos cargadores.
Entonces Monseñor dijo una de las Frases más edificadoras que he podido escuchar a lo largo de mí peregrinar en la Fe. Citando el versículos del evangelio de Sn Mateo, “ El centurión y los hombres que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y todo lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron: «¡Verdaderamente, este era Hijo de Dios!». Había allí muchas mujeres que miraban de lejos: eran las mismas que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirlo. Entre ellas estaban María Magdalena, María –la madre de Santiago y de José– y la madre de los hijos de Zebedeo”
El Cardenal entonces le dice, Centurión usted en ese momento tuvo algo de lucidez porque estaba aun equivocado Ese hombre no era Hijo de Dios, Ese hombre ES EL HIJO DE DIOS. Porque ese hombre que luce yaciente en hoy, está vivo, y estará vivo para siempre, porque Si no creyéramos en Cristo Resucitado vana seria nuestra FE.
Ayer y hoy he escuchado mucho de la semblanza del Cardenal como el artífice de la Paz, como Renovador de la Iglesia como garante de los derechos de los mas necesitados, como Intelectual, como actor político, como Poliglota que hablaba 5 idiomas, un experto en romper situaciones críticas, buen negociador, muy vivaracho y muy comprensivo. Sin embargo yo al Recordarme de el siempre traigo a mi memoria el hecho de que con ese momento que les he compartido el me mostro y me hizo comprender una de las bases de mi fe, que seguimos a un Jesucristo Vivo, hoy, mañana y siempre. Asi como el estará en los corazones de todos los Guatemaltecos Para Siempre.
Gracias Rodolfo Cardenal imagino que has de estar en la presencia del Padre, te lo habías ganado. Hoy solo podría pedirte una última misión, Ora e intercede por la paz verdadera de tu amada Guatemala.
Mario Arturo
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