La esclavitud se ha practicado desde la antigüedad y lastimosamente en nuestros días sigue siendo una práctica común en nuevas formas.
Entre estas nuevas formas de esclavitud existe una en particular que llama mi atención. No por lo denigrante que pueda ser, si no por el hecho de que las personas se auto esclavizan sin darse cuenta.
En Guatemala existe un beneficio muy peculiar en la legislación laboral, la indemnización, mejor conocida como “mi tiempo”. Esta promesa de recibir un sueldo por cada año laborado, en el caso de que la empresa decida terminar la relación laboral, ha hecho que muchos “profesionales” estanquen sus vidas en puestos y empresas que simplemente ya no llenan sus expectativas y no representan nuevos retos por la simple razón de “no perder mi tiempo”.
Veamos si realmente están “perdiendo su tiempo”.
Una persona “X” que ya no se siente a gusto en su trabajo, pero como no quiere ser despedida por un mal desempeño para poder tener una buena recomendación, sigue llegando todos los días puntualmente, haciendo lo que se espera que haga –aunque sin dar más de lo que se le pide- y cumpliendo con las expectativas planteadas para su posición. Esta persona “X” espera con ansias el día que la empresa note que ya no se encuentra a gusto y decidan dejarlo ir no sin antes llenarle sus bolsillos en agradecimiento por los años que, desinteresadamente, contribuyó en el desarrollo de la empresa.
Si la empresa tarda diez años en darse cuenta de esto, posiblemente al momento de recibir su tiempo, el empleado “X” habrá perdido sus mejores años y le será difícil hacerle frente a nuevos retos, aprender más rápido nuevas habilidades y poder dedicarle más horas de trabajo a un puesto le será difícil porque “el tiempo” habrá pasado por él. Su “precio” en el mercado será bastante más bajo, el no tener un trabajo cuando se está buscando trabajo disminuye el poder de negociación del buscador, y pasará momentos difíciles buscando un empleo que llene sus necesidades económicas sin mencionar las profesionales.
Pensemos ahora en una persona “Y” que ya no se encuentra a gusto con su trabajo y comienza a ver el mercado en busca de una mejor oportunidad. Al contar con trabajo no debe preocuparse por sus ingresos, puede tomarse el tiempo de buscar un puesto en una empresa que llame su atención y que llene sus expectativas; adicionalmente puede negociar una mejora salarial, ya que si la nueva empresa esta dispuesta a contar con la persona “Y” deberá pagar un precio por ello.
Analicemos ahora, ¿cuál de las dos personas perdió su tiempo?
No seamos esclavos del dinero, éste es pasajero y no da la felicidad. Si vamos a ser esclavos de algo, que sea de la búsqueda constante de la superación personal y excelencia. Seamos esclavos de los retos que nos ayudarán a crecer personal y profesionalmente. Esclavicémonos con la interminable búsqueda de la felicidad. Pero nunca esclavos de lo material.
Carlos
2 comentarios:
Este articulo me parece interesante, sin embargo me llama la atención particularmente el siguiente párrafo:
"Esta persona “X” espera con ansias el día que la empresa note que ya no se encuentra a gusto y decidan dejarlo ir no sin antes llenarle sus bolsillos en agradecimiento por los años que, desinteresadamente, contribuyó en el desarrollo de la empresa."
Por que esperar a que alguien de la empresa "note" y no mejor hacer saber nuestro descontento, la decisión de espera es individual y es nuestra responsabilidad tomar dicha decisión, como podemos ser tan irresponsables de nuestro propio futuro pensando de esta manera?
Personalmente no estoy de acuerdo con el término "desinteresadamente" de este parrafo. Yo trabajo y pretendo crecer tanto personal como profesionalmente dentro de una empresa, pero no de gratis, por ejercer mi profesión devengo un "salario" que mal o bien fue el que acepte, en cambio estaría de acuerdo en el término "desinteresadamente" si prestara mis servicios ad honorem.
Finalmente estoy de acuerdo no debemos esclavizarnos por "El tiempo". Debemos ser responsables con nosotros mismos y forjar nuestro futuro donde seamos realmente felices, de lo contrario estaremo siendo doblemente irresponsables, por un lado con nosotros mismos y por otro con la empresa para la cual trabajamos.
Gracias por tu comentario Lorena y evidentemente tu no eres parte del grupo al que pertenece esta persona "X".
En mi experiencia, he podido identificar a mucha gente perteneciente a este grupo que considera que la empresa les "debe" este dinero por el tiempo que ellos han pasado laborando "desinteresadamente" -porque hacen parecer que es un favor lo que ellos han hecho al trabajar para la empresa- durante x cantidad de tiempo.
Gracias por tu comentario y totalmente de acuerdo que somos nosotros los dueños de nuestro futuro. Una vez leí la siguientes líneas y creo que van muy acorde a tu último párrafo: "No esperes a que tu jefe o el departamento de recursos humanos planifique tu carrera, tu debes ser el dueño de tu destino"
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