“Los problemas no pueden ser resueltos
al mismo nivel de conciencia
en el que fueron creados”
Albert Einstein
Cuántas veces hemos tachado a alguien como “persona difícil” simplemente por que no accede fácilmente a nuestras peticiones, porque su humor es más cambiante que el del resto del grupo, o porque pareciera que no se puede hablar con él o ella sin iniciar una discusión. Cuántas veces nosotros hemos sido tachados por estas mismas causas. Si alguien nos dijera que hemos sido tachados como difíciles por alguna situación, lo más seguro es que nos gustaría poder explicar el porque de nuestra reacción para poder eliminar esta “tacha” de nuestro record personal.
Todas las personas tachadas como difíciles desearían poder tener esa oportunidad para expresar su comportamiento con el simple fin de eliminar la etiqueta de “difícil” de su imagen. Personalmente puedo decir que no es fácil obtener la oportunidad y es mucho más difícil poder eliminar la tacha o etiqueta. Esto nos lleva a la frase de introducción de este blog: “Los problemas no pueden ser resueltos en el mismo nivel de conciencia en el que fueron creados”.
En el caso de las personas difíciles, el problema radica en juzgar el comportamiento sin tratar de conocer las causas del mismo. Muchas veces estas personas llevan consigo problemas en su hogar, trabajo o dudas personales que los llevan a sobre reaccionar ante ciertas situaciones, y como resultado son etiquetadas como difíciles por las personas a su alrededor.
Lo importante, cuando tratamos con personas difíciles, es no etiquetar en el inicio. Si identificamos que la persona con quien estamos tratando está siendo “difícil”, debemos tomarnos el tiempo de escudriñar en su comportamiento para entender las causas. La causa más común de un comportamiento difícil es la creencia de que no se entiende la seriedad del problema que están planteando; esto es causado por el acercamiento que la persona “difícil” tiene al momento de abordar el problema. Quienes me conocen saben que la empatía nunca ha sido una de mis virtudes, pero créanme que el tratar de entender las razones detrás del comportamiento marca una diferencia sustancial al momento de buscar encontrar soluciones. Lo importante es escuchar “lo que no se esta diciendo”. ¿Cómo? Poniendo atención al lenguaje corporal, a las reacciones a las respuestas o preguntas formuladas por parte de la persona difícil. Si la persona difícil pareciera no estar escuchando, si no simplemente esperando su turno para hablar, debemos hacer un alto y dejarlos hablar para que puedan plantear todos sus puntos y entonces poder entender el porque cierto problema es importante para ellos. Esto generará la sensación de buena voluntad por parte de nosotros y el interés en entender y ayudar a resolver la situación que la persona difícil esta afrontando.
En la mayoría de los casos, nosotros nos volvemos difíciles al no ser escuchados o creer que nuestra opinión no es valorada. Es en este momento donde debemos tener la conciencia de poner delante las necesidades de otros para no caer en el círculo vicioso de la dificultad en las relaciones.
La próxima vez que te topes con alguien que esta siendo “difícil”, detente por un momento y trata de entender las razones de su comportamiento, no te abstengas de preguntar para conocer mejor las causas, y busca una solución que satisfaga las necesidades de todas las partes involucradas.
Carlos
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